Las empresas deben dedicar tiempo para desarrollar mensajes clave claros y precisos sobre sus actividades.
La claridad en los mensajes clave puede hacer la diferencia entre una comunicación asertiva y una distorsión de los objetivos de la organización, por lo que es responsabilidad del área de comunicaciones, con el apoyo de su agencia de comunicaciones de marca, determinar los mensajes, estructurarlos adecuadamente y diseñarlos con el propósito convertirlos en el material de difusión para comunicar de manera clara, concisa y atractiva información de valor para sus audiencias.
¿Por dónde comenzar?
Los mensajes clave deben prepararse para que se parezcan a titulares de prensa con el propósito de comunicar un solo concepto que no debe dar cabida a interpretaciones. Estos deben tener una extensión media, para evitar ser muy escuetos si son muy cortos, o muy confusos y densos, si son muy largos.
Por otro lado, es importante resaltar que los recursos emocionales son válidos en los mensajes clave sin olvidar que estos tengan contenido de valor porque de lo contrario no causarán interés en los medios ni en el público.
En síntesis, los mensajes clave deben ser claros, concisos, ordenados y atractivos, con el fin de facilitar el trabajo de los periodistas quienes serán los multiplicadores de la información que ofrece la empresa hacia sus públicos de interés.
Ejercitando a los voceros
La preparación de los mensajes clave es una actividad prioritaria para generar efectividad en las entrevistas o los contactos de todos los portavoces, en especial de aquellos que no son expertos en interactuar con los medios.
Los funcionarios públicos y los directivos de entidades y empresas que dominan lo técnico o lo administrativo pero que no saben cómo explicar sus actividades a una audiencia amplia o a un entrevistador, deben dedicarle más atención a la labor de producir mensajes clave.
Así, un portavoz con las ideas claras y un lenguaje certero crea más afinidad en quien lo escucha que otro que maneja un discurso difuso y redundante.
De igual manera, un mensaje clave efectivo terminará por quedar en la población, que no solo lo entenderá y asimilará, sino que también se apropiará de él y lo repetirá, multiplicando su efectividad.